CEREMONIA A LA PACHA MAMA
Las ceremonias de ofrendas, comúnmente conocidas por la población andina como pagos a la Pachamama o despachos a los Apus, son rituales de origen ancestral que son parte de un sistema de reciprocidad entre el mundo material y el mundo espiritual.
Las ofrendas a la madre tierra tienen como origen fundamental la relación entre el hombre andino, específicamente el campesino, y la madre tierra o Pachamama. La ofrenda es una manera simbólica en la cual el hombre devuelve a la Pachamama lo que ha sacado de ella. La finalidad primordial es el restablecimiento de la reciprocidad entre el ser humano y la naturaleza. Con la ofrenda o pago el campesino pide permiso a la Pachamama para poder abrirla y devuelve de manera simbólica algo de sus frutos. Estos rituales también son destinados al Apu o espíritu de la montaña a través del despacho. El Apu es el aspecto masculino de la naturaleza y la pachamama es el aspecto femenino. El Apu protege a los animales y a los hombres y fecunda a la Pachamama. La ofrenda es un acto de reciprocidad cósmica, es la realización de la justicia universal y cósmica, el cumplimiento de un deber mutuo. El rompimiento de este principio causaría serias distorsiones del equilibrio en los sistemas naturales, sociales y religiosos. Para el hombre andino las ofrendas tienen un sentido de reconciliación con las fuerzas espirituales con el fin de evitar desgracias, asimismo representan ritos de paso.
Estos rituales de ofrenda son dirigidos por especialistas en la religiosidad andina y de acuerdo al aprendizaje adquirido y a las facultades obtenidas por estos personajes, se les puede clasificar en diferentes jerarquías o niveles de sacerdocio. El proceso de aprendizaje para ir avanzando en los grados es largo y complejo, lleno de pruebas. El primer peldaño es el pampamisayoq "el que tiene su mesa de trabajo en la pampa". El pamapamisayoq tiene que conocer cómo hacer la mesa u ofrenda o despachos, tiene que saber hacer la manta ceremonial y el papel de despacho donde se envuelve la ofrenda, tiene que saber escoger y ordenar las hojas de coca para los k'intus (tres hojas de coca que se usan de manera ceremonial) que se usan en las ofrendas y también debe conocer todos los otros elementos que entran en el despacho, como las conchas marinas, semillas, huayruros y otros elementos, dependiendo de la intención del despacho, pago u ofrenda. Puede hacer también curaciones con plantas medicinales, adivinaciones y diagnósticos mágicos, leer la hoja de coca y ver la mala o buena suerte. Pueden proporcionar amuletos, talismanes y otros similares.
Estos rituales de ofrenda son dirigidos por especialistas en la religiosidad andina y de acuerdo al aprendizaje adquirido y a las facultades obtenidas por estos personajes, se les puede clasificar en diferentes jerarquías o niveles de sacerdocio. El proceso de aprendizaje para ir avanzando en los grados es largo y complejo, lleno de pruebas. El primer peldaño es el pampamisayoq "el que tiene su mesa de trabajo en la pampa". El pamapamisayoq tiene que conocer cómo hacer la mesa u ofrenda o despachos, tiene que saber hacer la manta ceremonial y el papel de despacho donde se envuelve la ofrenda, tiene que saber escoger y ordenar las hojas de coca para los k'intus (tres hojas de coca que se usan de manera ceremonial) que se usan en las ofrendas y también debe conocer todos los otros elementos que entran en el despacho, como las conchas marinas, semillas, huayruros y otros elementos, dependiendo de la intención del despacho, pago u ofrenda. Puede hacer también curaciones con plantas medicinales, adivinaciones y diagnósticos mágicos, leer la hoja de coca y ver la mala o buena suerte. Pueden proporcionar amuletos, talismanes y otros similares.
El Altomisayoq o Hatunmisayoq es aquel que es considerado dentro del rango sacerdotal y su labor es de carácter profético, carismático y místico. Se dice que tiene el poder de comunicación con entidades o seres espirituales del mundo religioso, para llegar a este rango pasa por una prueba llamada Karpay y luego de eso se consagra al servicio de un Apu determinado, la condición es temporal y puede perderse por un mal comportamiento, como por ejemplo el mal uso del poder, cobro de dinero para el enriquecimiento propio o conducta sexual reprobable. Existen varios tipos de Altomisayoq y ellos tienen la capacidad de comunicarse con los espíritus de las montañas de quienes reciben instrucciones, orientación e información. Pueden hacer adivinaciones de carácter especial y puedan iniciar a nuevos sacerdotes. También pueden realizar todas las funciones de un Pamapamisayoq. Existe otro rango más elevado en el sacerdocio andino que es el de Kuraq Akulleq quien tiene la capacidad de hacer contacto con fuerzas espirituales más elevadas.
Los sacerdotes andinos cumplen esencialmente una función de Chakana o mediador cósmico y durante el desarrollo de su función mantienen una vida célibe; ya que una relación sexual con su pareja durante este momento, distorsionaría la relación cósmica que se establece en su función de mediador. Fuera de sus funciones sacerdotales, los yatiri, paqo y altomisayoq tienen pareja y mantienen relaciones sexuales, expresión de la complementariedad imprescindible para la vida y su conservación.
Los sacerdotes andinos cumplen esencialmente una función de Chakana o mediador cósmico y durante el desarrollo de su función mantienen una vida célibe; ya que una relación sexual con su pareja durante este momento, distorsionaría la relación cósmica que se establece en su función de mediador. Fuera de sus funciones sacerdotales, los yatiri, paqo y altomisayoq tienen pareja y mantienen relaciones sexuales, expresión de la complementariedad imprescindible para la vida y su conservación.
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